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30.01.2011 TimeOut Cultura | Oscar Guayabero. Catalitzadors. Art, educació, territori
Catalizadores. Arte, educación, territorio
Texto de Oscar Guayabero
TimeOut Cultura 30-01-11 (Suplemento de Cultura del Diari ARA) Comisariada por Ramón Parramón, "Catalizadores" reúne trabajos de Amasté, Jordi Canudas, Santiago Cirugeda, Democracia, Josep-Maria Martín, Tanit Plana, Sinapsis, Laia Solé, en un conjunto que va de la arquitectura a la fotografía pasando por el activismo artístico.
Es una exposición llena de preguntas y no sé si con algunas respuestas. Y esto es importante ya que los trabajos expuestos, tienen la sana pretensión de dar respuestas, ya sea a una necesidad social, espacial, emotiva, etc. Según el propio comisario "Los artistas plantean si el papel del arte tiene alguna posibilidad de relacionarse en el contexto social". Más preguntas. Leemos el programa de mano: "Se trata de un conjunto de propuestas que integran tres componentes esenciales: constituyen prácticas artísticas, promueven acciones educativas y se desarrollan, sin renunciar a una reflexión crítica política y social, en un territorio o contexto espacial y temporal concreto". Ciertamente, en propuestas como las de Amasté Dinamik (tt) ak, (2006 - 2010) o Santiago Cirugeda Camiones, Contenedores y Colectivos, (2007-2010) hay una respuesta concreta a un problema concreto. Son procesos de trabajo largos, que se prolongan en el tiempo y que muestran una coherencia y constancia notables.
A grandes rasgos, se trata de una recopilación de documentos, que en su presentación espacial se lee como un conjunto de instalaciones artísticas. El arte está buscando un nuevo espacio en el contexto social y lo que se muestra no es un resultado sino un proceso. Y aquí surgen otras preguntas: ¿Cómo mostrar el arte que no genera más que documentos? El antiguo debate de la cultura de archivo se convierte aquí evidente. Todo parece formar parte de un archivo que el comisario puede tener su estudio. ¿Es quizás esto lo que habría que mostrar? El recurso videográfico intenta suplir la falta de corporeidad de las piezas pero entonces estamos ante un formato también documental, una especie de 60minuts lowcost. Se puede pensar que sería mejor colgar los vídeos en la red y verlos tranquilamente desde casa. Es, definitivamente mejor, ver cómo los vecinos del barrio de Sant Antoni recogían unos posters hechos por Jordi Canudas en su pieza 1021 días. Mercado y Memoria. Mercado de San Antonio, 2007-2009 que ver estos carteles colgados de la pared del centro.
El trabajo de Josep-Maria Martín, Una casa digestiva para Lavapiés se basa en la experiencia de convivir en un piso patera y es un interesante el acercamiento al colectivo de inmigrantes. Pero haciendo paralelismos con el documental, su pieza está entre un 30 minutos y un 21 dias. Cabe preguntarse con qué herramientas narrativas y deontológicas los artistas se adentran en la vida de unas personas con dificultades, para terminar generando una pieza donde, como el mismo comisario dice, "es muy importante el componente estético, que siempre se combina a partes iguales con el componente social ". Si el arte sale de su territorio natural, y no digo que me parezca erróneo, tendrá que empezar a plantear cómo se enfrenta a otros terrenos menudo resbaladizos. Por otro lado si sale a la calle a hacer preguntas y dar respuestas habría que ver quién es el usuario de estas respuestas. Josep-Maria Martín dice: "la película se proyecta en una terraza del barrio del raval, poniendo en relación el paralelismo existente entre este barrio de Barcelona y el barrio de Lavapies de Madrid". ¿No es una sutileza excesiva para personas con una precariedad de medios evidente?. ¿O es que en realidad el juego está pensado para nosotros, los visitantes de museos?.
Los trabajos de Tanit Plana La tierra prometida, 2010 y Laia Solé, Grada Cero, 2009 y Terreno de juego, 2010, sobre el traslado del Hospital de Sant Pau, ¿deben ser valorados bajo parámetros de Photopress o de arte?. Tanit Plana tiene plena conciencia de esta dualidad cuando se presenta como "enviada especial a zonas de conflictos personales, familiares, domésticos e íntimos: visita las personas implicadas, las estudia, las fotografía, las filma y hace dibujos del natural; luego intenta explicar qué ha visto y que ha oído. "
En el conjunto, la pieza del colectivo Democracia se desmarca del resto, mostrando la historia de un fracaso, el desmantelamiento de una asentamiento de chabolas en Madrid. Sin embargo la estetificación y el uso de una iconografía entre el Latin King y la cultura Hip Hop genera un desajuste que descoloca al espectador. Democracia no intentan dar respuestas sólo hacen un recuento de bajas, no sabemos si con condescendencia, ironía o complicidad. Y es justo la última pieza con lo que uno se sale de la exposición con una cierta incomodidad que, a quien esto escribe, le ha llevado un par de días de sana desazón.